Leeme con atención.

No puede estar pasando otra vez. No. Otra vez no.

No puedo quedarme a mirar mientras ellos  me hacen daño, ya lo viví y si vuelve a suceder ahora mismo.. no podría. No... No podría.

Mis ganas de luchar, distintas cosas que me están sucediendo, están muy escondidas dentro de mí y no puedo quitarme de la cabeza una serie de acontecimientos que pasaron por la noche, que no me dejan dormir, respirar, vivir.

Quiero volver a ser esa chica feliz y animada que era y que venía aquí inspirada, llena de comentarios que alegraran y dieran esperanzas. Ahora soy meramente una chica que se limita a intentar sobrevivir.

Si lees esto, no me hagas esto, no me hagas daño con alguien que sabes que me destrozaría, lo más probable es que lo haga. Y acabe escribiendote una carta donde te explique todo lo que me llevo a tomar esta decisión. Una carta en la que te explique porque dejo esto, este lugar, porque dejo de seguir haciendo latir mi corazón una y otra vez al ritmo del diapason que me instalaron cuando nací.

Te ruego que no lo hagas. Te ruego que aunque salgas corriendo cuando hay problemas... no causes más. Por mi bien. Por mi futuro... si es que llego a tener uno.


Mi cabeza no puede tolerar mas situaciones como esta, no duermo y no disfruto, me levanto pensando en cuando se acabará este día, esta semana, este mes.... esta vida.

Tengo ganas de volver a respirar porque quiero y no porque debo.

Oscuridad.

Me duele incluso al respirar.
Mi corazón en mil pedazos jamás volverá a estar igual.


Me duele.
No puedo respirar.
Me empiezo a apagar. Una tras otra, cada vez hay menos luz.

Shadowmizate!

He venido aquí a escribir una entrada algo más elaborada que otros días, sin intentar expresar como me siento hoy. Pero lo único que me salía eran tres palabras: oscuridad, mucha, sombra.

Así pues juntadlas a vuestro gusto, que yo no encuentro la combinación correcta.



Creo que me estoy shadowmizando.


Prometo, aunque no sea pronto, redireccionar este blog a cosas mucho más interesantes, me me lo debo. Es algo que hice, y que me ha ayudado a aprender a expresarme con más claridad (¿os imaginaís lo mal que se me daba antes?), así pues, este blog se merece una oportunidad mucho mayor ¿no creeis?
*Silencio*
¿Hay a caso alguien ahí?
*Silencio*
¿Hola?
*Silencio*

Bueno... eh...
En caso de que lo haya. Shadowmizate conmigo mientras puedas. .....

The sun is about to come, not for my soul but for my blog.

toi, toi seulement.

1.33 a.m.

Sigo despierta, con muchas cosas en mi cabeza.
Quiero escribir muchas cosas aquí, pero no me salen palabras para ello. No hago más que borrar y borrar, no consigo articular una frase que exprese todo lo que siento.
Pero si hay algo que sé que aún no he dicho y que quiero despejar de mi interior... es esto...


Muchas veces pienso, qué habría pasado si hubiera cogido al toro por los cuernos y hubiera dicho todo aquello que sentía dentro de mí, en mi corazón.
¿Habría funcionado?
¿Habría acabado la historia igual que como ha acabado?
Nunca lo sabré.

Aún así, sigo pensando que debería haber hecho algo, y no haberme quedado tan atrás, tan lejos. Ahora me arrepiento.
Sé que ni siquiera entiendes esto que estoy escribiendo, y que probablemente no lo leerás jamás, pero ahora mismo ocupas mi cabeza mucho tiempo. Muchísimo.
Y allí estás tú, en tu país. Siendo muy feliz, mientras yo me encuentro sola y falta de tí. De esa persona que me devolvió la sonrisa cuando más la necesité.

Mentiría si dijera que no me duele. Que no tengo ganas de decirte todo esto. De gritarte. De enfadarme. Quiero. Quiero hacerlo. Pero no puedo.
Sólo lo haría cara a cara, y por desgracia nos separan 2 horas y 10 minutos de avión, y probablemente un tren y autobús.

No soy sincera si no digo lo que siento, que odio que estés lejos de mí, que ya no cuentes conmigo. Que sea una extraña. Dos extraños que se desean. O no.

Algún día, tendré fuerzas y ganas de decirte todo esto y quién sabe lo mismo sale bien. Quizás no.
Pero si estoy segura de algo, es que al menos, me quedaré tranquila, sabiendo que lo dije todo. Lo intenté.


Me estoy rendiendo en muchas cosas, y esta va camino de ser otra, por mucho que me moleste y me apene.
Y no quiero. No quiero.

Reacciona...

No quiero....
No quiero.....

Perderte.L.A.

¿Qué es lo que más te asusta?

Hoy he tenido una pesadilla, una de esas que te hacen revolverte en la cama, una de esas en las que te despiertas sobresaltado, qué no te dejan descansar, que te persiguen incluso un rato después de haberte levantado.

Es curioso, lo que puede formar parte de una pesadilla, no solo ficción, monstruos, peligros y muchas otras historias que podrían ser dignas de un libro de lectura y/o película, sino también una situación que no te gustaría vivir, una noticia que no te ha gustado y te ha trastocado o un sentimiento.
Todo eso puede ser la pesadilla más mortal que te puedas encontrar.

Lo mismo ahora estás pensando, que se me ha ido la cabeza, que cómo es posible que un sentimiento o noticia afecten tanto, y aún no siendo una situación de terror te hagan tener pesadillas. Pues bien, no tengo ni la menor idea de como es posible, ni de que pasa por nuestra cabeza. Pero pasa. Creedme que pasa.

Yo no sé que me ha causado más terror, si la situación, los sentimientos que aparecían en el sueño, o simplemente la probabilidad de que se haga real.

Lo único que os puedo comentar y afirmar es que, se pasa mal. Aunque intentes después comentarselo a alguién para quitarle peso, reírte de un mal rato y olvidarlo, en realidad, todo eso se queda ahí, y en el momento menos pensado ¡zas! ya estás enrollado entre sábanas sudorosa y temblando.

No tengo ni idea de que pasará en un futuro, lo que si sé es a lo que de verdad tengo miedo ahora, y es gracioso ver, cómo por increible que parezca es algo que llevo pensando semanas, '' que pasaría si me dijeran..'' ''¿qué haría yo al respecto?'', incluso cosas, que han hecho que me rinda y me deje llevar, me han dado miedo.

Eso me ha llevado a cuestionarme si de verdad me da miedo rendirme o me da miedo lo que pueda pasar. Pero y si no me da miedo ninguna de las dos cosas, y es solo una forma de entrenarme para lo que está por venir.


Sea lo que sea, está claro que nuestra mente juega con nosotros como si de una pelota de ping pong nos tratáramos. Nos maneja como quiere, y por mucho que intentes actúar, tiene sus métodos en la cama para intentarte dominar.

Yo hace tiempo que me rendí a la razón, y que pienso bien todo lo que sucede, me sucede, o lo que podría suceder. Pero esto.... esto... se me escapa de mis conocimientos. Solamente puedo irme a dormir esperando a que no vuelva a pasar.


Quizás haya encontrado una razón para luchar, quizás no. Lo mismo simplemente me regocijo en mi situación, e intento asumir lo que va a pasar.

Grita. Grita. Grita más fuerte. Mucho más fuerte.

Porque cuando menos te lo esperas, lo mejor es gritar.
Quedarte muy a gusto, o no. Pero gritar. Muy alto,

Tan alto que no puedas ni oír los pensamientos en tu cabeza, esos que te hicieron sacar la ira más profunda que está en tu interior.

Yo a pesar de gritar, a menudo, he de decir... Yo, ya no  me quedo a gusto. Necesito algo más.
Necesito...

Sighs

I would never thought I would give up. But here we are. Surrendering.

A veces, solo quieres dormir.
Dormir mucho.

Da igual cuanto gire el mundo, que pare que yo me bajo.
Hay tantas cosas que me duelen, que siento que jamás tendré todos los pedacitos de mí unidos.
He sufrido tanto, y sufro tanto... sigo recibiendo tan malas noticias.... que lo único que quiero, es dormir hasta que todo se acabe.

Tendría que estar luchando. Tendría que tener todas mis fuerzas puestas en una parte de mí, que, está.... está.... siendo invadida por algo malo. Pero no puedo. No tengo ni ganas ni razones.

Aquí me rindo. Que sea lo que tenga que ser. Si tengo suerte ¡genial! si no... al menos conseguiré bajarme de este tiovivo.

 A veces, necesito mirar una marca en mí, para seguir luchando, necesito saber que todo lo que se va, vuelve, que lo que baja vuelve a subir.

Pero.... estoy muy agotada. Estoy asqueada. Estoy deshecha.

Estoy sin fuerzas.

Estoy firmando mi acuerdo de rendición. 

Se acabó, una que deja de luchar, hasta nuevo aviso. 

Esperaré a lo que tenga que ser, como una valiente.