Cuantos más días pasan, menos me queda.
Cuento el tiempo que me falta para irme, para no echar de menos una sonrisa.
Aquí pocas cosas me quedan, realmente mi única esperanza es volver a empezar en otro lugar.
Da igual que intente convencerme de que todo va a cambiar,
nunca lo hace, y lo vuelvo a pasar mal.
Mi solución, es mi aire.
Siento mucha claustrofobia en este lugar,
necesito huir muy lejos de aquí.
Poca gente me queda por la que
me daría pena marcharme
Tú, eres una de ellas.
Si quieres, puedes venir
a disfrutar todos los días,
a no dejar de sonreír en ningún momento,
a estar felices, a comer perdices.
Te ofrezco mi compañía, lejos de aquí.
Te invito a venir si quieres,
solo a ti.
A.
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