Lágrimas.

Hoy, vengo entre pañuelo y pañuelo.
Entre ataque y ataque a escribir un poco.

A penas he dormido porque cuando cerraba los ojos y el aparecia en mis sueños lo pasaba mal, y me despertaba con los ojos aguados en lágrimas.
Llevo un día entero sin sonreir, no paro de llorar y estoy triste, por suerte me he encontrado con Andres recien llegado de Asturias para que me diera un abrazo muy fuerte y me consolara un rato, y luego se unió su novia Laura a animarme tomando un helado, luego se unieron Carmen y Mario y lo que empezó como un despeje, terminó como Irene viendo a dos parejas dandose besos. Son mis amigos y me gusta verles felices, han estado hoy todo el día conmigo apollandome y yo he intentado poner mi mejor cara, pero me ha costado y mucho!

No se cuanto estaré así pero, mucho no creo que aguante, nadie debería estar así, ni sentirse así.
Realmente me va a costar verle todos los días en clase, no creo que sea agradable al menos al principio, y ahora no tengo casi con quien hablar, me desahogo aquí, como puedo, para intentar respirar un poco.

Ya en alguna entrada os dije que me sentia que me tenía que empezar a plantear ponerme una armadura para protegerme y que me comía la cabeza, pero parece ser que no me lo inventaba, y que no ha sido suficientemente para protegerme. Y aquí estoy tirada en la cama escribiendo esto y limpiando las lágrimas cada línea que escribo.

Todo el mundo me dice que me va a venir algo mejor, pero hasta que eso pase... aquí a sufrir un tiempo hasta que esto se calme un poco.

Me he dado un trompazo, y me he herido, si. Pero en unos días, espero levantarme y disfrutar un poco del verano.

Hasta entonces, disfrutad del verano y aprovechad lo  que tengais porque nunca sabes cuando vas a perderlo.