A veces ayuda, escribir tus penas a pluma, doblar el papel de carta, coger un sobre a juego con el papel y meterlo ahí para siempre.
Porque desahogarte sin que nadie pueda saber lo que pusiste en él, es muy agradable, para tu mente y tu corazón, ya que algunas veces, dejas salir lo que menos te gusta de tí.
Puede que solo quieras desahogarte, o quieras avisarte para que un futuro no vuelvas a caer en la trampa como me pasa a mi. Quién sabe. Lo cierto es, que cuando cierras ese sobre y lo guardas en lo más profundo de tu habitación, te sientes relajada, y lista para volver a empezar.
Es nuestra forma de ver las cosas lo que nos marca y no las ideas que rodean nuestra cabeza.
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