counting down

Contar desesperadamente el tiempo, sin mirar un reloj, solo sintiendo el tik tak, en tu piel, en tu cuerpo. En tu desesperación por estar en ese lugar en ese momento.
Lo que necesito está por llegar.

Time flows like a river.

Yo sé perfectamente lo que quiero, cuando lo quiero y como lo quiero. Y estoy cansada de ver como el maldito tiempo decide por mi sin pedirme permiso, actua el porque sí, y yo sin poder hacer nada. Cruzada de brazos viendo como me pierdo todas las grandes cosas que podría estar haciendo, en vez de estar atrapada por esa maldita medida de lo intangible que tanto nos putea cuando quiere.
A mi me gustaría administrar mi propio tiempo, mis propios momentos, para largar los buenos y acortar los que no merecen la pena sentir. Quiero ser la dueña de mis acciones y decisiones, y no dejar a una maldita teoría cuántica que decida por mi .

#E

Sentir que necesitas decirlo mucho tiempo.
Pero no hacerlo por miedo.
Y cuando menos te lo esperas esas dos palabras salen de tu boca sin pedir permiso. Quizás tengas suerte y te digan lo mismo, o quizás no.
Me siento afortunada de que me lo hayan escrito en mi piel :)

Only you.

Drogada, pero de amor.
Llena, de sentimientos.
Embriagada de su cariño y calor.
Sueño con el día en el que podamos disfrutar, de verdad, lo que tenemos.
Tristeza no conozco desde que estoy a su lado.
Solamente dos palabras me hacen falta para decir todo lo que siento.

¿Alguién más está de exámenes?

A veces, aunque sepas que es lo correcto, y lo que deberías hacer, te cuesta. Hay muchas otras opciones, que te gustan mucho más y que te harían mucho más feliz, pero tú, responsable y consciente, decides seguir el buen camino y esperar a que sea el momento adecuado tener un encuentro con las otras opciones que tienes, siempre muy presentes en ti.

Sabes que te estas jugando tu futuro, pero sabes que al mismo tiempo no estás disfrutando del presente. Que hablar sin verse no es lo mismo que disfrutarse. Te desfoga quizás, pero no te reconforta, no te hace sentir del todo bien. Te estás cargando tu presente, por algo que no sabes si va a llegar.

Quisiera tener veinticuatro horas que me dejaran vivir mi presente sin necesidad de preocuparme por que pasará después. Sin remordimientos, sin preocupaciones. Solos, juntos, felices.

Maldita semilla nocheviejil.

A veces mi propia cabeza me traiciona, me hace pensar cosas que sé que no son verdad, pero ella, planta la semilla y mi corazón, no sabe distinguir la mentira que se siembra en mis pensamientos. Esta vez, en la nochevieja, mis defensas bajaron y dejaron paso a las dudas, el miedo y la inseguridad.
Mi mundo feliz se derrumba, ante una insignificante acción, inventada por el mal y que arrastra consigo todas las posibles sonrisas, y buenestar que sentía en mi interior.
Ante tal ofensa, mi propio mundo intenta luchar, pero a veces ni aún teniendo pistas que me conducen a la verdad, consigo deshacerme del todo, de esa maléfica idea que se plantó en mi cabeza, porque sí.
¿Qué puedo hacer en esta situación? Rendirme y decir adios a toda la felicidad anterior, por culpa de un mal pensamiento. O luchar y ganar a la mala leche que se ha instalado en mi cabecita y que parece que tiene ganas de quedarse por un tiempo.
Quiero luchar, no sé como, pero conseguiré derrotar al miedo, a la tristeza, a las invenciones y a todo eso que me está haciendo sentir, menos feliz de lo que debería estar.

Lucharé por todo eso, porque me importa de verdad.