Sentimientos, o avisos que nos da nuestro propio corazón, nos guia, nos empuja, nos ayuda a seguir con algo, o a dejarlo del todo. Es curioso, como una parte de nuestro cuerpo puede tener tanta responsabilidad, nuestro corazón elige y cuando eso pasa, no hay quien se lo niegue. No se puede evitar tienes que seguirle la corriente y esperar a que fuese la decisión correcta, y no otro fallo de sistema, de esos que suelo tener yo.
A veces, no sabes que es mejor, si hacerle caso y disfrutar del momento que te ha tocado vivir, o pensar friamente a donde estás lanzando y comparar esa situación a la que tanto te hizo sufrir aquella vez, y entonces tu pensarás... lo mismo me estoy perdiendo la oportunidad de mi vida. Pero en realidad, el único que lo sabe, el único que apuesta y el único que actua y lo da todo, es nuestro corazón.
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