domingo, 9 de enero de 2011

En un lugar llamado Elizabethtown.

 - Eres una chica genial, ¿lo sabes?.
- Por favor, no necesito un caramelito.
- No es un caramelito, ¿qué quieres decir con eso?
- ya sabes, toma un caramelito para que estés contenta, algo dulce que se deshace en 5 minutos. Pero no me afectará cualquier cosa que me digas o no me digas. Soy inmune. Además, él llegará mañana. ¿Quieres oir mi teoría?.
-claro.
- tenemos un talento especial, lo ví enseguida.
- no me digas.
- nosotros somos los sustitutos.
- ¿los sustitutos?.
- yo he sido toda mi vida una sustituta. No soy una Hellen, nunca quise serlo. Y tampoco soy una Cindy, aunque los Chuck me quieren.
- de eso estoy seguro.
- Me gusta demasiado estar sola, estoy con un tio casado con su carrera académica. Apenas le veo y yo soy la substituta. Pero lo prefiero, así tengo menos presión.
- no conozco chicas como tú.
- ¡ conmigo rompieron el molde!.
-no hace falta que hagas bromas, me gustas sin chistes.


No hay nada peor que sentirse sustituta y no tomarselo con humor. Yo no me siento sustituta de nadie, solamente a veces de mi misma, pero es entonces cuando me miro al espejo, y me rio de todo lo que veo, ya sea yo, o un reflejo de un dibujo colgado en la pared. Me dá igual. Simplemente quiero volver a sonreir y reir. SIN RAZÓN ALGUNA, pero no importa.... todo sea por SONREIR.

2 comentarios:

  1. Eis, ¡tu blog también mola un montón!
    Te sigo ^^

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  2. De algún modo, todos somos sustitutos, muchas veces, nos cuesta un montón hacer que alguien que nos importa sonría. y a su vez, nosotros también somos felices, nos causa una sensación de bienestar la felicidad ajena...
    Buen blog :)

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