¿Qué tal su día?
El mio ajetreado, lleno de tareas y apuntes,
muchos apuntes, menos mal que va a valer la pena.
Que hacer cuando te encuentras en esos días en los que no puedes dejar de pensar en algo y que aunque te pongas miles de canciones, siempre acabas escuchando aquellas que te recuerdan a ese algo, incluso intentas olvidarte de esa pequeña molestia cetrándote en otra cosa pero nada, por más que se intenta vuelves a oir un ' knock knock' en tu cabeza y ahí apareció otra vez.
Así estoy yo desde hace un día y medio, ultimamente este tipo de situaciones se repiten muy amenudo y que quereis que os diga, por un lado me gusta, ¿qué por qué? porque eso significa que está ahí, que no se ha marchado y que aún hay algo que hacer, pero por otro es como una tortura, esta como al otro lado de una pared transparente, le puedes ver, oir e incluso a veces sentir, pero no le puedes tocar. Empiezo a plantearme mi masoquismo ante la persistencia que tengo en no dejar de mirar la pared.
Sólo hay varias cosas de las que estoy segura, pasémos a enumerarlas.
- No es un espejismo (dato importante).
- Lo que está al otro lado de la pared está atento a todos y cada uno de mis movimientos.
- No puedo dejar de observar que es lo que hace durante su tiempo al otro lado de la pared.
- Tengo miedo de mirar un día la pared y ver que dejó de ser transparente.
- Tengo PÁNICO a que se quede ahí, detrás de la pared para siempre.
- No hago más que buscar soluciones para cruzar la pared.
- Es la pared más fea que he visto en toda mi vida.
He aqui mi dilema.
Solución, no indignarse (sé que es dificil) y resignarse a seguir mirándo hasta que por arte de 'birlibirloque' (¿por cierto quién o qué narices es birlibirloque?) la pared desaparezca o se construya un tunel para poder cruzar al otro lado.
Hasta entonces... seguiré mirándo.
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