Es entonces cuando un pequeño rayo de luz entró por la ventana. Ojalá hoy no saliera el sol, ojalá se parara el tiempo. Sentía la respiración dentro de mí, profunda, tan profunda que si o fuese porque sabía que me había ido sola a la cama pensaría que había alguien más a mi lado, respirando al mismo ritmo que mis pulmones. ¿Cómo puedo solucionar que el sol empiece a invadir mi habitación? ¡cómo me gustaría coger un reloj y dar cuerda a este hacia atrás, para volver a la oscuridad, para volver a la noche, y estar así soñando otra vez! No, no me refugio en los sueños, es solo que los sueños a veces pueden parecer muy reales y a veces son pequeños fragmentos de lo que va a ocurrir más tarde.... como flashfowards.
Y ahí me econtraba yo tapada con la sábana y manta incluida. No quería ver la luz no quería darme cuenta de que ese maravilloso sueño había terminado y que tenía que levantarme al mundo real donde todos esos sentimientos, sensaciones, historias y hechos no pasaban o tardaban todo un año en suceder.
No quería levantarme, no hasta que tuviera fuerzas para hacerlo, y así pasó toda una hora, y allí me encontraba yo debajo de la ropa de mi cama, suspirando más alto que nunca.
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