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Reencuentros, con un olor, un sabor, un momento, una persona, un sentimiento, una mirada, una canción, un lugar... una sonrisa...
Sientes que eres la más feliz y que nada te puede amargar el momento, solamente quieres disfrutar de lo que estas volviendo a vivir y que tanto te gusta. Intentas recordar cada pequeño detalle para poder en el futuro sentirte amarrada a esa sensación de plenitud que tenías. Y te gusta. Te gusta mucho.

lips.

Nuestros labios son los que abren nuestro corazón al amor.
Son importantes, como todas las partes de nuestro cuerpo que
nos ayudan a enseñar a los demás nuestras muestras de afecto y amor.

la cosa va de sentimientos.

Sentimos muchas emociones y sentimientos,

pero, ¿realmente nos sentimos a nosotros mismos?.

¿O simplemente sentimos las consecuencias de

nuestro ser y de nuestras reacciones?

heridas abiertas.

Muchas veces pensamos que lo peor que nos puede pasar, es tener un politraumatismo y rompernos un montón de huesos, ya que después toca una dura recuperación y ejercicio para volver a ser la misma persona que eras antes.

Pero otras es más duro que te rompan el corazón y encontrarte sin forma de unir todos los pedacitos que quedaron después del duro golpe. Sin ayuda, sin ejercicios específicos tienes que recuperarte, para volver a la dura rutina.

Y si no fuese suficiente, tienes que darte cuenta de que la vida sigue y que a nadie le importa lo que le pasó a tu corazón, porque no te has roto ningún hueso... solo te han tocado una parte sentimental, y eso no le importa a nadie.

Y lo peor es que estas heridas por muchas tiritas que pongas, siguen abiertas durante mucho tiempo, una barbaridad de tiempo. Y casi nunca llegan a cerrarse del todo. Te acompañan el resto de tu vida.

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Tenía razón. Había perdido toda esperanza, y sabía lo que me esperaba.
No podía dejar de pensar en ello, ¿cómo podía haber fracasado?.
Mi primera idea fue prenderle fuego a todos esos errores, pero luego
al ver que permanecían ideas mas sensatas, me decanté por estas últimas.
Le envié una señal a mi cabeza, pero nada vino a recibirme.
Así pues decidí relajarme y disfrutar del capuccino con canela  y
pepitas de chocolate que tenía entre las manos.
Y ahí se quedó todo.  Había vuelto a la realidad.
No me importaba que había pasado antes, solo lo que me iba a pasar. Después.

tal vez

Lo mismo no necesito a nadie que me tape los lugares libres de mi corazón.
Quízás soy yo y mi equilibrio quienes tenemos que ocupar todos los huecos..

Todo lo que hacemos es por amor.

Tras muchos percances, puedes hacerte más fuerte.

Puedes darte cuenta de lo mucho que tienes,

y de lo que te dolería perderlo.

Porque hay veces en las que pierdes lo que más 

quieres y no tienes forma de recuperarlo.

Y otras en las que es mejor estar solo,

porque quieres demasiado a esa persona

y sabes que es lo mejor para ella.