Aunque algunas veces se te acaben las fuerzas, aunque no sepas por donde seguir, aunque lo veas todo muy negro, a veces siempre hay una razón por la que ponerse en pie y luchar.
Cualquier cosa por pequeña que parezca te puede animar, una persona que no conoces del todo, que vive lejos y que sabes que difícilmente puede cumplir todos tus sueños, te puede ayudar a luchar por tus sueños, puede llegar a ser uno de tus centros de atención. Puede que todo lo que hagas y digas sea pensando en aquellos que aunque estén lejos están ahí.
Es posible incluso que esa persona tenga a tantas personas cerca que ni sepa quien eres en realidad, incluso aunque te vea, no hay porque sentirse mal, sabes que es alguien ocupado que te hace sentir mejor y que te levanta el ánimo aunque no se de cuenta.
Si algo he aprendido de esa persona,es que no hay que rendirse ante nuestros sueños, que hay pelear por ellos y que hay que conseguirlos cueste lo cueste, porque la vida es muy corta como para perder los grandes momentos que se viven en ella. Y que si estamos en una mala época siempre habrá algo que lo haga mejorar, al día siguiente o a la semana siguiente, pero siempre se irá a mejor.
Gracias por estar ahí, aunque sea en Alemania, en Madrid o en cualquier otro lado, se que aunque muchas personas reclaman tu atención y que es probable que ni te acuerdes de mí, me haces sonrreir día a día y eso es lo único que me importa.
Es nuestra forma de ver las cosas lo que nos marca y no las ideas que rodean nuestra cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te cortes, comenta :D