Hay días que te levantas con ganas de un buen día, lo presientes, y luego todo cambia en un momento insignificante, lo que era un buen día, se convierte en una mierda. Te arreglaste por una buena razón, querías aprovecharlo y por una tontería todo se acaba. Te has arreglado para nada, te has alegrado del día de hoy por nada, porque todo se ha torcido y ahora todo va a salir al revés, ni aprovechas lo que habías preparado por la mañana, ni sale lo rutinario como debería salir.
Y todavía queda día a ver cuantas cosas más salen al revés. Como siga así yo me meto en la cama y hasta mañana, porque este es uno de esos días que tienes ganas de que se vaya porque cuanto más duré, más cosas saldrán mal.
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